28 March 2017

Escenario económico – Primavera 2017

Christophe Morel, Economista Jefe de Groupama AM

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[Christophe Morel]
El entorno económico todavía se enfrenta a numerosos retos: crecimientos permanentemente bajos (sobre todo debido al final del “dividendo demográfico” y a una productividad penalizada por la falta de inversión), endeudamientos público y privado muy altos, un desequilibrio ahorro / inversión que exige un régimen de tipos de interés muy bajos durante mucho tiempo, y una amenaza que sigue, a largo plazo, deflacionista (y no inflacionista).

Sin embargo, nuestro discurso económico ha pasado a ser, desde hace varios trimestres, cada vez más favorable. De hecho, una “elástica coyuntural positiva” no ha dejado de tensarse a medida que el consumo (apoyado por la caída del precio del petróleo y los tipos de interés) avanzaba hacia negocios paralizados por las incertidumbres. Por lo tanto, se estaba acumulando un retraso considerable de los inventarios que ya no era sostenible. Por ello, a pesar de que las incertidumbres políticas siguen siendo altas, el clima de negocios está mejorando de manera continuada desde el verano pasado.

Y esta recuperación cíclica es robusta: no sólo está sincronizada en todos los países desarrollados y en la mayoría de los países emergentes (sobre todo los PECO, Países de Europa Central y Oriental, y exportadores de Asia) sino que se observa en todos los sectores (industria, construcción y servicios). Sobre todo, va acompañada de perspectivas de inversión. Claramente, el horizonte de los empresarios va más allá de una simple reconstitución de los inventarios. El efecto de “histeria” de la crisis se ha atenuado alentado por las políticas económicas todavía acomodaticias.

Ahora es la demanda de las empresas (inventarios e inversión) la que tomará las riendas del crecimiento. Y si la inversión despega, el comercio mundial, que había sufrido principalmente por la contracción de los pedidos de bienes duraderos y bienes de equipo, debería relanzarse de nuevo de manera importante. El comercio mundial que habíamos enterrado no está “muerto” a pesar de los riesgos del proteccionismo.

 

En total, materializamos con cifras nuestras previsiones de un discurso significativamente positivo en el plan económico. En primer lugar, revisamos al alza nuestras perspectivas de crecimiento mundial: en 2017, el crecimiento mundial se ha revisado desde el 3,1% hasta el 3,3% sólo por los países desarrollados y China; en 2018, revisión al alza del crecimiento global del 3,3% al 3,4% sólo por los países emergentes. País por país, se espera que el crecimiento en 2017 sea del 2,6% en EE.UU., 1,8% en la zona Euro, 1,8% para Reino Unido y 6,5% para China.

Los factores de riesgo a la baja son, esencialmente: i) los riesgos políticos y geopolíticos (Estados Unidos, Francia, Países Bajos, las negociaciones del Brexit, …), ii) la inestabilidad financiera (riesgo de tipos de interés y su ajuste en las bolsas) y iii) a largo plazo, el riesgo de proteccionismo (aranceles, control de la inmigración, …). Los riesgos al alza son en su mayoría i) el efecto multiplicador del comercio mundial, y ii) un “verdadero” renacimiento del proyecto europeo tras las elecciones francesas y alemanas en un marco para pensar en el futuro de Europa. Al final, este “balance de riesgos” nos parece actualmente equilibrado, sabiendo que si los riesgos políticos no se materializasen, podría ser positivo.

En cuanto a nuestro escenario del mercado monetario, implica que:

  • Los bancos centrales no asumirán ningún riesgo con la recuperación, tendrán una mayor tolerancia a la inflación y continuaran implícita o explícitamente a monitorizar la curva de tipos.
  • Concretamente, la FED elevará sus tipos de interés 3 veces en 2017 y de nuevo 3 veces en 2018; la cuestión sobre el deshinchamiento de su balance será debatido este año y debería conducir a una estrategia de gestión prudente del balance a partir de mediados de 2018 hacia un “reverse tapering“, es decir, una bajada gradual de las reinversiones del capital que llega a vencimiento.
  • La crónica para el BCE sería la siguiente: abandono del riesgo a la baja sobre el crecimiento en junio; anunciado en otoño (después de las elecciones en Alemania) de una reducción progresiva de las compras de activos que se pondrá en marcha a principios de 2018 en paralelo con un aumento gradual del suelo de los tipos de interés de los depósitos; final del programa de compra de activos en el verano de 2018.